En el Origen de las comunicaciones informáticas, en muchos servicios existía una cuenta de usuario pública con la que
todos los usuarios podían acceder a ese servicio,
el usuario Anonymous. La existencia de este usuario por defecto es prueba de la intención de los primeros creadores de la red y de
cómo debería ser ese proyecto, donde
el conocimiento
esté al alcance de todos los usuarios y a su vez estos conserven su anonimato.
El
enorme éxito de Internet y la masificación de usuarios es debido en gran parte
a estos conceptos, por primera vez se creó un
lugar donde compartir información, expresarse y comunicarse dejando en el
usuario la decisión de identificarse o hacerlo de forma anónima.
El tema del
anonimato o el derecho a la intimidad es un valor tan fundamental que en
algunos países hoy en día no está permitido el Documento de Identidad, el
asignar un nro a un ser humano para que sea identificable.
El acceso a la información “de forma gratuita” es uno de los avances más
revolucionarios. La historia demuestra que
la información es Poder y las fuerzas que ostentaban el poder militar, político
y religioso siempre han tratado de restringir el acceso a la información. Hoy
en día el compartir el conocimiento de forma libre y altruista (ideas que
forjaron la red), se está deteriorando a una velocidad vertiginosa, para
acceder a muchos contenidos primero necesitas rellenar interminables
formularios con todos tus datos personales, las grandes compañías venden,
copian y transfieren a otras empresas nuestros gustos, intereses y perfiles.
Muchos medios de comunicación solo buscan el titular fácil y subir en los índices
de audiencia desinformando a la audiencia, mientras tanto políticos en busca de
votos permiten a las grandes multinacionales “campar a sus anchas” en una
carrera frenética por enriquecerse hasta “un límite que pierde su propia lógica”
¿Cuánto dinero se necesita en una sola vida?.
Insistimos a los usuarios
en que deben configurar la privacidad de sus cuentas, y verificar el candadito
de https, mientras tanto la realidad es
que un domingo por la mañana un bar que se quiere promocionar sube las fotos de la noche pasada y las redes sociales se llenan de adolescentes, que cualquiera puede buscar mediante imágenes y averiguar el
twitter, con un nombre y unos apellidos, luego un mail y así tu vida entera.
Luego nos afligimos, preocupamos y escandalizamos cuando aparece el video de
una adolescente que se suicida, pero ¿Cuántos videos de bebes y niños de menos
de dos años hay haciendo monerías o imitando a esta o aquella cantante? ¿Quién sube
esos videos?
Estamos educando
adictos a la popularidad, a publicar gratuitamente
su vida y experiencias, mientras otros se hacen millonarios a nuestra costa. No
estamos enseñando a nuestros hijos
“el valor de la intimidad” en una red donde
cada vez hay menos información y
ya nadie es Anonymous.
Seguridad a lo Jabalí para Todos!!